No es fácil descubrir quién eres. Es más, me atrevería a decir que saber quién somos realmente es una de las tareas más difíciles que hay, estando como estamos escondidos de nosotros mismos bajo capas y capas de condicionamientos de todo tipo: emocionales, culturales, sociales, educativos, de personalidad, etc…. Aunque ya te advierto que para entrar en esas capas más profundas necesitarás ayuda externa.
Pero como llegar a ese conocimiento profundo puede requerir más tiempo y esfuerzo del esperado, está bien que podamos ir haciendo aproximaciones a ese camino, como si nos fuéramos entrenando y estuviéramos poniendo nuestro cuerpo y mente a punto. Porque lo más importante, lleguemos a dónde lleguemos en ese camino de autoexploración es estar en el camino, andar el camino. Que el conocimiento nos encuentre en movimiento. Y una de las búsquedas de ese camino es lo que Sir Ken Robinson llama en su libro El elemento, encontrar nuestro elemento.
Encontrar nuestro elemento no es asunto baladí. Algunas personas ya lo han encontrado y disfrutan plenamente de la actividad o actividades que realizan en contacto con su elemento. Están en la zona o como he hablado en otras ocasiones, logran estar en flujo con lo que hacen. Otras no lo han hecho o tal vez perdieron ese contacto en algún momento de su “socialización”. Porque los principales obstáculos a que encuentres y desarrolles tu elemento son tres: tus propios miedos, el grupo social y la sociedad en general. La sociedad dice querer gente libre y feliz, pero en realidad quiere personas sumisas y adaptadas al sistema.

¿Qué puede ser el elemento? Cualquier cosa: escribir, pintar, cocinar, hacer zapatos, ser matemático, bailar, construir casas, ser ebanista, escuchar a otros, etc… Cualquier cosa en la que te sientas como explicaba en el párrafo anterior. Hay personas que tienen un solo elemento y otras que tienen varios. Todas las opciones son buenas mientras en algún momento, estés en flujo, estés conectado y en la zona.
¿Es obligatorio encontrar tu elemento? Por supuesto que no! Nada lo es. Pero si lo haces, encontrarás un lugar en dónde todo tu Ser fluye, en dónde parece que se abre un canal y se junta el cielo y la tierra, en dónde la vida se expresa a través de ti mismo y todo parece formar parte de un orden natural. Espacio y tiempo fluyendo en sintonía con tu interior. Un espacio en dónde la libertad de ser tu mismo es posible.
¿Crees que te mereces descubrirlo?¿Conoces tu Elemento?
Gracias por leerme,Patricia
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